jueves, 9 de agosto de 2012

En el país de la nube blanca

Sinopsis:  Londres, 1852: dos chicas emprenden la travesía en barco hacia Nueva Zelanda. Para ellas significa el comienzo de una nueva vida como futuras esposas de unos hombres a quienes no conocen. Gwyneira, de origen noble, está prometida al hijo de un magnate de la lana, mientras que Helen, institutriz de profesión, ha respondido a la solicitud de matrimonio de un granjero. Ambas deberán seguir su destino en una tierra a la que se compara con el paraíso. Pero ¿hallarán el amor y la felicidad en el extremo opuesto del mundo?

Mi resumen y mi opinión: "En el país de la nube blanca" (Sarah Lark) es un libro super denso que me ha costado leer al menos una semana, son unas 800 y pico páginas... 
Al principio el tiempo pasa más lento que en los capítulos finales, se divide en 3 partes y estas a su vez en varios episodios; durante la primera parte conocemos a Miss Helen y Miss Gwyneira, las protagonistas de este libro, ambas son británicas y  se han prometido con hombres que viven en Nueva Zelanda, vienen de clases sociales distintas y sus prometidos y la vida que les espera difieren mucho entre sí pero Helen y Gwyn coinciden en el barco, el "Dublin", que las llevará a Nueva Zelanda durante una travesía de 3 meses y es allí donde inician su amistad. Helen lleva consigo a 6 niñas huérfanas que anhelan una vida mejor en el nuevo país, en cambio Gwyn va acompañada de su futuro suegro, Gerald Warden, y de muchos animales de ganado como parte de la dote de su inminente boda.
Pero la vida en Nueva Zelanda no es lo que ellas esperaban, Helen tuvo que ver impotente como se llevaban a sus niñas huérfanas a ser explotadas en casas de familias numerosas o en el campo, y cuando al fin conoció al que iba a ser su marido, Howard O´Keefe, resultó no ser el hombre dulce que la escribía cartas de amor, sino un granjero rudo y sin educación que la obligó a pasar la noche de bodas en un establo. Para Gwyn en principio las cosas no fueron tan mal porque la granja de Lucas Warden, el hombre con el que iba a casarse, era muy próspera y el mismo Lucas era una belleza de hombre, pero pronto descubrió que todo lo que allí relucía era gracias a su suegro porque su marido solo se interesaba en la música, las plantas y el arte... y nunca llegó a satisfacerla como mujer, las preferencias de Lucas eran otras...

Me ha encantado esta historia que más allá de sus protagonistas, trata sobre un país que está naciendo, Nueva Zelanda; y de dos culturas que conviven hasta ese momento pacíficamente: la británica y la maorí. El libro tiene saltos en la historia de hasta 10 años por lo que avanza rápido, no hay demasiados diálogos, es sobre todo una narración sobre la vida en cada una de las granjas y como sus protagonistas van contribuyendo a una evolución. 

Si os gustan este tipo de historias, de sagas familiares, colonizaciones y siglo XIX este es vuestro libro, tiene una segunda parte que se llama "La canción de los maoríes" que ya tengo y que comenzaré la semana que viene, tengo que asimilar todos estos datos históricos porque la verdad que hasta que no me he leído este libro no tenía mucha idea sobre la historia de Nueva Zelanda, todo ha sido nuevo y sorprendente para mí.

Espero que os guste esta reseña, el libro esta perfectamente escrito y ambientado y se merece un 8, ¿que opinais? ¿lo habéis leido? ¿os gustan este tipo de libros?  


Un besazo!!!

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